Tras una enfermedad causante de daño cerebral adquirido, ya sea ictus, traumatismo craneoencefálico, anoxia, tumor cerebral o una infección, pueden existir diferentes cuadros clínicos que provocan una alteración del nivel o del contenido de la conciencia.
COMA Y ESTADO DE VIGILIA SIN RESPUESTA
Hablamos de “coma” cuando existe una situación neurológica en la que la persona no presenta respuesta a estímulos externos o ambientales ni responde a estímulos internos. Tras el coma, puede existir un periodo denominado “estado de vigilia sin respuesta”, antiguamente denominado “estado vegetativo”, en el que puede determinarse la presencia de un ritmo de sueño-vigilia, pero en donde no existen respuestas de interacción con el entorno.
Este síndrome se define como un estado en el que la persona está en vigilia (despierta, con los ojos abiertos), pero en ausencia de respuestas hacia sí mismo o su entorno.
En este estado, la persona mantiene sus funciones vitales conservadas (respiración, ritmo cardiaco y regulación de la temperatura), y puede presentar:
- Un tipo de respuesta motora apreciable a nivel axial o apendicular (movimientos del tronco, de alguna extremidad o todo el cuerpo), no presenta intencionalidad y es refleja.
- A nivel visual puede aparecer parpadeo, pero no hay fijación ni seguimiento visual.
- A nivel comunicativo, el paciente puede presentar movimientos orofaciales, pero es incapaz de articular palabras, no comprende ni ejecuta órdenes, y no aparecen respuestas emocionales sobre sí mismo o sobre el entorno (el llanto suele ser habitual en estos pacientes, pero no como una respuesta intencionada).
¿QUÉ ES EL ESTADO DE MÍNIMA CONCIENCIA?
El Estado de Mínima Conciencia (Coma, Síndrome de Vigilia sin Respuesta / Estado Vegetativo, Estado de Mínima Conciencia, Locked in/Síndrome de cautiverio) es un paso más en la recuperación de la conciencia. Decimos que una persona se encuentra en Estado de Mínima Conciencia (EMC) cuando sus respuestas, tanto sensoriales como emocionales, comienzan a ser apropiadas a los diferentes estímulos externos o ambientales, mostrando evidencia de conciencia, de uno mismo o del entorno.
Estos pacientes ya son capaces de realizar fijación y seguimiento visual, retirada ante estimulación dolorosa, e incluso localización de la misma, focalizan los estímulos auditivos, e incluso inician respuestas ante órdenes sencillas verbales o contextualizadas, y realizan movimientos automatizados del tipo de rascado o prensión de objetos.
Recientemente, entre los pacientes en Estado de Mínima Conciencia se han distinguido dos entidades clínicas diferenciadas en función de la presencia o ausencia de un canal comunicativo:
“Los pacientes en EMC+ pueden presentar comprensión de órdenes simples y/o verbalización inteligible y/o comunicación intencional no funcional, frente a aquellos en EMC- en los que estos signos están ausentes”.
En la actualidad se han definido trayectorias clínicas diferenciadas, así como diferencias en la respuesta a distintos tratamientos entre estos grupos de pacientes, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico adecuado del estado neurológico y de conciencia en el que la persona se encuentra.
REHABILITACIÓN Y TRATAMIENTO DE PACIENTES EN ESTADO DE MÍNIMA CONCIENCIA
En IRENEA somos especialistas en la valoración y tratamiento de los pacientes con estados alterados de conciencia (Coma, Estado Vegetativo o Síndrome de Vigilia sin Respuesta y Estado de Mínima Conciencia) y hemos creado la Unidad de Estados Alterados de la Conciencia, única en España. En esta Unidad, contamos con una línea de investigación abierta cuyo objetivo es conocer mejor los cambios neurales que ocurren en esta escalada, desde el estado de coma a la recuperación de la conciencia.
Por ello, hemos desarrollado un programa específico de intervención terapéutica para los pacientes con bajo nivel de conciencia que incluye: una valoración clínica y neurológica, el tratamiento farmacológico específico para estos pacientes con evidencia de activación central, estimulación multisensorial y basal, fisioterapia y medidas posturales, y estimulación de la musculatura orofacial, entre otras.
Nuestro modelo asistencial para este tipo de pacientes ha sido recientemente consensuado con la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE). Esta colaboración se ha materializado en la primera guía publicada en nuestro país sobre el Síndrome de Vigilia sin Respuesta y Estado de Mínima Conciencia. En este documento se concreta el conocimiento actualizado sobre el diagnóstico, la valoración y el tratamiento de los pacientes con bajo nivel de conciencia y se expone de forma práctica la experiencia de los distintos profesionales que forman nuestro servicio en el abordaje terapéutico de este tipo de pacientes.