En el contexto de un programa de neurorrehabilitación, el médico rehabilitador valora desde el punto de vista clínico al paciente, solicita e interpreta las exploraciones complementarias que se consideran oportunas, e integra dicha información con las valoraciones específicas de otros profesionales del equipo multidisciplinar. Desde la Medicina Física y Rehabilitación se establece una aproximación holística a las personas afectas, que permite identificar los programas terapéuticos e intervenciones más apropiadas a las circunstancias de cada individuo.
El médico rehabilitador está familiarizado con las potenciales complicaciones de las afecciones neurológicas en fase de rehabilitación; se preocupa de su prevención y las reconoce e identifica si ocurren, para establecer la orientación terapéutica más oportuna. Maneja diversas herramientas farmacológicas y no farmacológica para el abordaje de afecciones como la espasticidad, las complicaciones articulares o los diversos cuadros de dolor propios de las lesiones del sistema nervioso central.
