Hospitalización de adultos

Tras sufrir una lesión cerebral la persona afectada suele necesitar atención urgente y estabilización clínica. Durante un tiempo, que variará en función de la gravedad de la lesión y las complicaciones secundarias, el paciente requerirá permanecer en un centro hospitalario de agudos para lograr la estabilidad clínica. Tras estar estabilizados, se procede al alta y el paciente y su familia se enfrentan con la dura realidad de la pérdida de capacidades que ha dejado la lesión. Desde ese momento, en los hospitales de IRENEA trabajamos para atenderles a todos, lo antes posible, para que puedan volver a su entorno con la mayor autonomía y calidad de vida posible.

¿Qué personas con una lesión o enfermedad cerebral necesitan un ingreso hospitalario?

Los perfiles que más se benefician de esta modalidad de tratamiento suelen ser:

  • Pacientes relativamente agudos que han alcanzado la estabilidad clínica pero todavía precisan de cuidados médicos.
  • Pacientes grandes dependientes que necesitan adaptación del entorno y preparación de los familiares para ocuparse de ellos.
  • Y los afectados que, por su situación cognitiva, física o conductual resultan difíciles de manejar en casa.

Cuando se alcanzan los objetivos propuestos para la fase de hospitalización se trabaja con el paciente para facilitar la integración en el domicilio y acabar la rehabilitación en régimen ambulatorio.

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    ¿Qué es lo que pueden encontrar los pacientes en los hospitales Vithas para su rehabilitación neurológica?

    • Habitaciones individuales
    • Médico de planta exclusivo para nuestros pacientes
    • Planta especializada en el cuidado de pacientes grandes dependientes
    • Tratamiento neurorrehabilitador consistente en 20-25 horas semanales (fisioterapia, logopedia, terapia neurocognitiva y neuropsicológica y terapia ocupacional, estrechamente supervisada por equipo médico experto en rehabilitación neurológica)
    • Evaluación logopédica al ingreso: diagnóstico de la disfagia y adaptación del tipo de dieta con un nutricionista
    • Servicio de nutrición y dietética diario, con valoración individualizada del paciente, seguimiento estrecho y adaptación de la dieta durante su evolución
    • Tratamiento de las actividades básicas de autocuidado e higiene personal con habitación adaptada
    • Reuniones familiares protocolarizadas en las que se imparte formación y se aporta información y la evolución clínica. Así como información sobre pronóstico funcional al alta.
    • Asesoramiento con trabajadores sociales acerca de los recursos al alta más apropiados para el paciente y que mejor se adaptan a la situación familiar
    • Disponibilidad de interconsulta a todas las especialidades médicas y quirúrgicas.
    • Disponibilidad de Unidad de Cuidados Intensivos

    Ventajas del ingreso hospitalario en pacientes neurológicos

    Entre otras, las ventajas que tiene un paciente que necesita un tratamiento con ingreso hospitalario son:

    • Contar con los recursos del hospital, citados anteriormente, nos permite iniciar la rehabilitación de forma temprana, aún cuando el paciente todavía requiere de atención médica y cuidados de enfermería como ajuste de medicación, pruebas complementarias, prevención y tratamiento de complicaciones secundarias, curas y prevención de úlceras, sondajes…
    • En IRENEA la rehabilitación del paciente es la prioridad y el centro de nuestro trabajo y, en un entorno hospitalario es sencillo compaginar la atención de su estado de salud con la rehabilitación, ya que evita el peregrinaje continuo de un especialista a otro al que a menudo se ven sometidos estos pacientes.
    • El tratamiento hospitalario es intensivo al rehabilitar en horario de mañana y tarde evitando los desplazamientos. Permanecer en el hospital contribuye a que la rehabilitación sea un proceso continuo y permite que, conforme el paciente aumenta sus capacidades, podamos entrenar cómodamente todas las actividades de la vida diaria: control de esfínteres, aseo, alimentación, vestido…
    • Durante la estancia en el hospital se trabaja con el paciente para minimizar las secuelas e intentar alcanzar el máximo grado de funcionalidad. Para lograrlo, desde el ingreso se valora su situación y se establecen objetivos individualizados y prioridades de trabajo en función de la afectación, para ir ampliándolos conforme a la evolución.

    Además, este tiempo fuera del domicilio permite, además de incrementar su autonomía, adaptar la vivienda según sus necesidades y preparar al entorno socio-familiar para facilitar la vuelta a casa.

    Cuando una persona sufre una lesión o enfermedad cerebral supone un punto de inflexión no solo para ella, sino también para todo su entorno más cercano y, especialmente para su familia, que va a precisar de un cambio de roles y un ajuste emocional a la nueva situación.

    Por este motivo, la formación y el apoyo a las familias son esenciales dentro del tratamiento, para que entiendan los cambios y limitaciones que presenta el paciente y aprendan a manejar las situaciones nuevas a las que se van a enfrentar como cuidadores, va a facilitarles el camino y contribuirá a mejorar la convivencia.