El Traumatismo Craneoencefálico – TCE es una lesión o deterioro funcional del contenido craneal, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica que puede producir una disminución o alteración del estado de conciencia y provocar como resultado un deterioro del funcionamiento de las capacidades cognoscitivas y físicas. El daño del tejido nervioso causado por un Traumatismo Craneoencefálico implica cambios estructurales y funcionales al comprometer varias funciones nerviosas; las manifestaciones clínicas de estos traumatismos son numerosas y variadas.
En la actualidad se considera que el 73% de los pacientes que sufren un Traumatismo Craneoencefálico es debido a los accidentes de tráfico, un 20% a caídas y el resto a agresiones, práctica de deportes, accidentes de trabajo y otros.
La incidencia estimada del Traumatismo Craneoencefálico en España se sitúa en 200 casos nuevos por 100.000 habitantes y año, de los cuales aproximadamente un 10% son considerados graves, un 10% moderados y el 80% restante, leves. La máxima incidencia de TCE se presenta en el grupo de edad de 15 a 35 años, siendo más frecuente en hombres que en mujeres (razón 3:1).
El paciente con TCE severo suele presentar las siguientes manifestaciones clínicas:
- Alteraciones cognitivas con afectación grave del nivel de conciencia, encontrándose el paciente en estado vegetativo o en respuestas mínimas
- Alteraciones de sus capacidades físicas como ausencia del control cefálico, no control de tronco, falta de movilidad voluntaria, alteraciones de la sensibilidad, alteraciones del tono muscular ( presentando en la gran mayoría de los casos espasticidad), etc.
- Alteraciones conductuales, incluyendo alteraciones emocionales
- Alteraciones del lenguaje y de la comunicación
- Afectación de esfínteres
La estabilidad clínica de estos pacientes puede verse afectada por complicaciones asociadas como fracturas, problemas respiratorios (asociados al encamamiento prolongado y a la traqueostomía), OPAS (osificaciones peri-articulares), infecciones, UPP (Úlceras por presión), entre otras.
Inicio del proceso rehabilitador
El abordaje del paciente remitido a esta Unidad de Neurorrehabilitación tiene un enfoque multidisciplinar.
Desde el área de Fisioterapia, tras una valoración inicial del paciente a su llegada, se establecen los objetivos y el plan de tratamiento individualizados.
OBJETIVOS GENERALES
- Facilitar la conexión con el entorno
- Normalizar el tono muscular
- Mejorar o mantener los rangos articulares
- Facilitar el control cefálico y de tronco
- Adaptación a la verticalización pasiva
- Mantener la higiene bronquial
- Mantener una correcta higiene postural previniendo la aparición de complicaciones como pueden ser las deformidades articulares y las UPP. Adecuar la silla de control postural al paciente
PLAN DE TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO GENERAL
- Movilizaciones pasivas analíticas y globales
- Estiramientos pasivos
- Estimulación sensorial
- Trabajo de control cefálico
- Trabajo del control de tronco en sedestación
- Volteos pasivos
- Abordaje ortopédico mediante ortesis posturales, como prevención o tratamiento de las deformidades articulares
- Verticalización progresiva en plano inclinado
- Fisioterapia respiratoria
- Fisioterapia en piscina
Destacar la importancia de la implicación de la familia en el proceso rehabilitador del paciente, por lo que no debemos olvidar la información y formación de los familiares y cuidadores.
La evolución en el proceso rehabilitador del paciente con TCE depende de la gravedad inicial del mismo, la localización de la lesión/es y de las complicaciones que puedan ir surgiendo en este proceso.
El Proceso rehabilitador
Si necesita más información sobre el proceso rehabilitador en el traumatismo craneoencefálico grave, no dude en contactar con cualquiera de nuestros centros de daño cerebral.
