No lo he soñado. Es real. Una sensación de libertad me inunda en las benévolas playas mediterráneas al entrar yo solo en el mar, sin ayuda de nadie. De hecho, es la primera vez que me adentro por mi cuenta desde que tuve un ictus cerebral hace ya 13 años. Poco a poco, con tiento pero con paso firme, me sumerjo en el agua hasta comprobar que está cristalina.
Mi nombre es Lola y me gustaría, en unas pocas líneas, contar mi historia con el Daño Cerebral Adquirido (DCA). El Domingo 3 de Diciembre de 2018, después de comer, sentí un gran dolor de cabeza y me acosté. Cuando me desperté, supe que me había dado un ataque epiléptico que duró 15 minutos. Mi … Leer más