En la mayor parte de los casos de Daño Cerebral Adquirido, éste irrumpe de manera abrupta en la vida de pacientes y familiares. De esta manera, la repentina aparición del daño cerebral implica drásticas consecuencias, entre otras, a nivel de conducta y/o en la personalidad del paciente afectado, lo que desencadena un cambio en las relaciones personales y familiares.
Alteraciones de la conducta tras el daño cerebral
Las alteraciones de conducta tras el daño cerebral, ya sean de mayor o menor gravedad, están estrechamente ligadas al nivel de conciencia y al estado cognitivo del paciente. De forma que pueden llegar a suponer, en algunos casos, uno de los factores más limitantes en la vida cotidiana de la persona que las padece. Pero también, uno de los mayores retos a los que han de hacer frente familiares y allegados.
En los casos de pacientes en Estado Alterado de la Conciencia, y/o pacientes en estado confusional, algunas de las formas en que se pueden presentar alteraciones en su actividad son: agitación psicomotriz, síndrome de ultilización, resistencia a la movilización pasiva, trastornos en el ritmo sueño-vigilia, disminución notable en el ritmo de su actividad, etc.
Cambios en la personalidad
Pero además pueden darse síntomas propios de las alteraciones de la personalidad. Esta situación implica un cambio en el patrón de comportamiento habitual del individuo con respecto al que presentaba previo a la lesión neurológica. Si esta alteración fuera persistente en el tiempo, entonces hablaríamos de un cambio de personalidad.
Este cambio se definiría en función de los síntomas predominantes. En este caso estaríamos hablando de que estos síntomas pueden ser de tipo débil, desinhibido, agresivo, paranoide, apático o en una combinación de las cinco formas anteriormente mencionadas. La aparición de este tipo de sintomatología sería más propia en casos de Trastorno Neurocognitivo Mayor Moderado, Mayor Leve o Trastorno Neurocognitivo Leve.
Por todo ello desde nuestros Servicios de Neurorrehabilitación, consideramos de vital importancia atender a las múltiples demandas formuladas por parte de los familiares de nuestros pacientes afectados de daño cerebral adquirido. Y es que en un 90% de los casos, solicitan ayuda para el adecuado manejo de este tipo problemática, que requiere la adquisición de nuevas estrategias de comunicación y actuación, ya que las utilizadas previamente a la lesión cerebral de su familiar ya no son útiles.
¿Qué estrategias tomar cuando suceden estas situaciones?
Dichas estrategias suelen estar relacionadas con la manera de comunicar, razonar o resolver los problemas de la vida cotidiana y que, en muchas ocasiones, mientras no son adaptadas a las nuevas circunstancias pueden llegar a provocar frustración y desánimo en pacientes y familiares.
Desde IRENEA tratamos de transmitir una premisa básica a aquellas personas que se relacionan con la persona con daño cerebral adquirido: “la forma en la que la persona percibe, procesa e interpreta la realidad que le rodea, es diferente tras sufrir la lesión cerebral”.
El hecho de asimilar que los pacientes ni entienden, ni sienten las cosas que suceden a su alrededor de la misma manera que antes, nos ayuda a plantearnos la necesidad del desarrollo de nuevas estrategias y herramientas para mejorar la relación con ellos.
¿En qué situaciones nos podemos encontrar tras padecer un daño cerebral?
A continuación mencionamos dos de las situaciones en las que puede verse un individuo tras una lesión cerebral:
- La exacerbación de sus rasgos de personalidad anteriores.
- Aparición de una personalidad y comportamiento diferente.
En cualquiera de los dos casos es de vital importancia que tratemos de entender cuál es esa nueva forma de vivir las experiencias para poder adaptarnos lo mejor posible a ella.
En este punto es fundamental la labor de nuestros Servicios de Neurorrehabilitación, donde fundamentalmente los neuropsicólogos, explican a las familias cómo es este nuevo estilo cognitivo y emocional, cuáles son sus puntos fuertes y débiles y, por tanto, cuál es el camino y las pautas a seguir para un mejor ajuste a las nuevas circunstancias que propicie en mayor medida una adecuada convivencia.
Pautas a seguir por los familiares
A continuación, presentamos algunas pautas generales a seguir, que pueden servir de ayuda en este sentido a familiares y allegados de personas afectadas de daño cerebral:
- Simplificar el entorno, la información, las decisiones, etc. De esta manera será más fácil para el paciente entender, responder y adaptarse a las diferentes demandas del ambiente.
- Evitar utilizar el razonamiento como la única y mejor estrategia. Si optamos por tratar de sustituirla por otra que facilite que los pacientes cambien de idea y se disminuya su malestar, distrayendo su atención con otra cosa o simplemente no atendiendo excesivamente a la conducta problema.
- Ser prácticos. Por encima de todo lo más importante es mantener un ambiente tranquilo que facilite la convivencia y que promueva la funcionalidad del paciente, de manera que, si nuestra meta es que el paciente funcione en su cotidianidad, en la medida de sus posibilidades, sin enfrentamientos o confrontaciones, vamos a solventar los problemas de un modo más fácil y funcional.
Es cierto que, en muchas ocasiones, no es fácil esta convivencia y que las situaciones, a veces, son muy complejas, pero es importante insistir en estas dos ideas fundamentales:
- Los personas con daño cerebral adquirido son personas distintas tras la lesión cerebral
- Lo más importante es ser práctico y facilitar la convivencia y la funcionalidad
Partiendo de estas dos premisas es posible que optemos por alternativas que resulten más saludables para todos y que faciliten la adaptación del paciente y su familia a la nueva realidad tras el daño cerebral.
Área de Neuropsicología Hospitales Vithas Hospital Nuestra Señora de Fátima, Vigo.