Muchas de las actividades diarias requieren que realicemos distintas tareas de forma simultánea. En condiciones normales somos capaces de desempeñar más de una labor a la vez, como, por ejemplo, hablar y caminar, andar llevando una bandeja en una mano y atender a indicaciones verbales, conducir el coche con la radio puesta etc. Por ello, funciones físicas básicas como mantener el equilibrio o caminar se han considerado durante mucho tiempo tareas puramente motoras, y se entendían como completamente automáticas (es decir: “no sujetas a control volitivo, o que no precisan recursos cognitivos o capacidad de procesamiento”). No obstante, ahora sabemos que no son actividades completamente automáticas:
“La marcha humana, igual que el control postural estático, son actos motores complejos que requieren de procesos tanto voluntarios como automáticos y que depende de recursos cognitivos”
El grado de contribución de los aspectos cognitivos en el mantenimiento de la postura o durante la marcha es variable entre individuos y circunstancias. Los paradigmas de tareas duales se emplean para determinar la relación entre determinadas funciones cognitivas (procesos atencionales, memoria, velocidad de procesamiento… ) y actividades motoras concretas.
TAREAS DUALES Y DAÑO CEREBRAL
La dificultad para mantener el equilibrio o caminar y a la vez hacer una tarea cognitiva simple se ve agravada en muchos sujetos con daño cerebral. Diseñando paradigmas de tareas duales se puede comprobar como muchos parámetros del equilibrio o de la marcha se ven afectados al realizar tareas de índole cognitiva simultáneas.
Un ejemplo fácil de determinar es la velocidad de marcha. Es frecuente que el simple hecho de hablar obligue a disminuir la velocidad de forma significativa o incluso a detenerse. Se sabe que los sujetos con dificultades para caminar y hablar a la vez tienen mayor riesgo de caída. También se ha demostrado la interferencia entre distintos parámetros biomecánicos de la marcha y del equilibrio estático, y distintas tareas específicas que implican la capacidad atencional, la memoria de trabajo, las funciones visuoespaciales, o la velocidad de procesamiento. Esta interferencia puede llegar a condicionar la funcionalidad global y el grado de autonomía, limitando por ejemplo los desplazamientos en ambientes ruidosos como la calle.
ABORDAJE EN EL SERVICIO DE NEUROREHABILITACIÓN
Durante el proceso de Rehabilitación resulta importante detectar la vulnerabilidad de los pacientes a la interferencia entre tareas motoras básicas y actividades que supongan una demanda cognitiva. Para ello es imprescindible el abordaje multidisciplinar y la comunicación estrecha entre los distintos profesionales para evaluar y tratar de forma óptima a cada paciente.
En el Instituto de Rehabilitación Neurológica de los Hospitales Valencia al Mar y Sevilla Aljarafe evaluamos la ejecución del equilibrio y la marcha de forma aislada y en condiciones de tarea dual, sometidos a interferencias. La tecnología disponible nos ayuda a objetivar posibles detrimentos en la actividad motora al realizarla de forma simultánea a otra tarea.
En la figura1 vemos la representación gráfica y numérica de los límites de estabilidad de un sujeto hemiparético medidos mediante la plataforma posturográfica NedSVE/IBV: a la izquierda al realizar el ejercicio de forma aislada, y a la derecha al indicar que realice una tarea de fluencia verbal a la vez. Se observa un empeoramiento claro en ambas tareas al realizarlas simultáneamente frente a su ejecución de forma aislada.
En la figura2 vemos que ocurre lo mismo en otro paciente al utilizar el sistema de Realidad Virtual Biotrack. El propio sistema calcula fallos y aciertos, y vemos como en condiciones duales hay más fallos que durante la tarea única.
RELEVANCIA EN REHABILITACIÓN
Es importante conocer y abordar este concepto por diversos motivos:
- La pérdida de automatismo en actos motores se relaciona con una mayor severidad, y una menor funcionalidad global.
- Es importante tener en cuenta la capacidad de realizar tareas simultáneas al dar instrucciones durante la rehabilitación de la marcha o el equilibrio.
- Permite elaborar un plan terapéutico que aborde la posible interferencia y la minimice al máximo.