Los niños con TDAH pueden tener dificultades para desarrollar hábitos de conducta saludables y controlar sus comportamientos. Una técnica eficaz para ayudar a estos niños a mejorar sus habilidades de autocontrol es el uso de autoinstrucciones.
Este artículo tiene la finalidad de guiar a las familias de niños y niñas con TDAH en la implementación de las autoinstrucciones, con el objetivo de fomentar hábitos de conducta y mejorar sus comportamientos de manera positiva y estructurada.
¿Qué son las autoinstrucciones?
Las autoinstrucciones son un conjunto de frases o comandos que una persona se dice a sí misma, en voz alta o internamente, para guiar su comportamiento. Estas frases ayudan a estructurar la forma en que una persona actúa, piensa o resuelve problemas, y son especialmente útiles para las personas con TDAH, ya que a menudo tienen dificultades para autorregularse.
A través de las autoinstrucciones, pueden aprender a dirigir su atención hacia tareas específicas, frenar impulsos o recordar secuencias de comportamiento de manera efectiva. El objetivo de las autoinstrucciones es que interioricen estos comandos, permitiéndoles utilizar el lenguaje interno para mejorar su control conductual y emocional.
Esta forma de actuar, se traduce en una serie de beneficios como:
- Fomentar la autorregulación
- Mejorar la atención en tareas específicas
- Facilitar la gestión de los impulsos
- Ayudarles a enfrentar situaciones frustrantes
- Promover el desarrollo de hábitos saludables de conducta
Recomendaciones para enseñar autoinstrucciones
A continuación, os detallamos una serie de recomendaciones para utilizar las autoinstrucciones con vuestros hijos e hijas:
Paso 1: comprender las necesidades del niño o de la niña con TDAH
Antes de enseñar las autoinstrucciones, es fundamental que las familias entiendan las áreas específicas en las que su hijo o hija con TDAH necesita apoyo.
Estas pueden incluir:
- Dificultad para concentrarse en una tarea
- Comportamientos impulsivos o agresivos
- Problemas para completar rutinas diarias, como vestirse, hacer los deberes o prepararse para dormir
Para tener identificadas estas necesidades específicas, os recomendamos hacer una lista de situaciones problemáticas recurrentes. Esto les ayudará a definir en qué momentos se podrían aplicar mejor las autoinstrucciones.
Paso 2: Crear autoinstrucciones sencillas y claras
Las autoinstrucciones deben ser frases cortas, fáciles de recordar y específicas para la situación que el pequeño enfrenta.
Os compartimos algunos ejemplos para que os resulte más fácil:
- Para mejorar la atención: «voy a prestar atención solo a mi tarea por cinco minutos.»
- Para controlar impulsos: «voy a esperar mi turno antes de hablar.»
- Para gestionar la frustración: «voy a respirar hondo y contar hasta cinco.»
Aunque los profesionales os ayudarán a realizarlas, si queréis pensar en algunas vosotros mismos, tened en cuenta que sean siempre autoinstrucciones simples y positivas. Para ello, os recomendamos evitar frases que incluyan «no», como «no hagas ruido» o «no te distraigas», ya que esto puede ser más difícil de procesar para el niño.
Apoyo visual para las autoinstrucciones
En el entrenamiento de autoinstrucciones, especialmente con niños con TDAH, el apoyo visual es una herramienta fundamental. Confiar únicamente en que el niño pueda recordar y repetir las autoinstrucciones verbalmente desde el principio puede ser complicado. Por ello, es muy útil que las autoinstrucciones estén escritas y organizadas por pasos de forma clara y atractiva.
Algunas de las recomendaciones que os aconsejamos son:
- Listas escritas: coloca las autoinstrucciones en una lista ordenada por pasos.
- Colores llamativos: utiliza colores para destacar cada paso o instrucción importante.
- Ilustraciones o pictogramas: si el niño lo necesita, añade imágenes o dibujos que representen cada paso.
- Ubicación estratégica: coloca las listas en lugares visibles y accesibles para el niño, como en su escritorio, en la puerta de su habitación o cerca de la zona donde realiza la tarea.
- Tarjetas individuales: crea tarjetas pequeñas para tareas específicas, como «antes de salir de casa» o «hora de estudiar».
Al principio, el niño o la niña necesitará mirar estas listas con frecuencia. Con el tiempo y la práctica, podrá reducir su dependencia del apoyo visual y comenzará a recordar las autoinstrucciones internamente.
Estos apoyos visuales no son una solución inmediata, pero con el uso diario se convertirán en un aliado clave para que el niño pueda autorregular sus acciones con mayor autonomía.
Paso 3: modelar las autoinstrucciones en niños y niñas con TDAH
Los niños aprenden mejor cuando ven a sus familiares o cuidadores modelar el comportamiento esperado. Por lo que os recomendamos que vosotros, también uséis las autoinstrucciones en situaciones cotidianas para que vuestros hijos e hijas puedan observar cómo se utilizan.
Una forma fácil de que ellos lo entiendan es que os vean decir en voz alta vuestras propias autoinstrucciones mientras realizáis tareas, como por ejemplo: «voy a concentrarme en terminar de lavar los platos antes de sentarme», “voy a desayunar, lavarme los dientes y la cara y ya podemos salir a la calle”, “voy a trabajar durante 30 minutos y descansar después 10 minutos, leyendo”… Esto ayudará al niño a cómo utilizar el lenguaje interno para organizar y ejecutar una tarea.
Paso 4: practicar con el niño
Una vez que las familias han modelado las autoinstrucciones, es momento de practicar con el niño o la niña. La práctica debe ser diaria y estar centrada en situaciones específicas. Los padres deben pedir al niño que repita las autoinstrucciones antes de realizar una tarea o cuando se enfrente a un reto conductual.
Por ejemplo, cuando se enfrenten a una tarea, como hacer la cama, vestirse o lavarse los dientes,invítale a decir en voz alta la autoinstrucción: «voy a hacer la cama despacio y bien», “voy a lavarme los dientes con tranquilidad y pensando en limpiar todos y cada uno de ellos”, “voy a quitarme el pijama y ponerme la ropa que dejé ayer preparada”… Y algo que debes tener siempre en cuenta es reforzar verbalmente y con elogios cuando el niño usa correctamente las autoinstrucciones es clave.
Paso 5: reforzar el uso de las autoinstrucciones en niños y niñas con TDAH
El refuerzo positivo es fundamental para que los niños con TDAH adopten nuevas estrategias conductuales. Cada vez que el niño utilice una autoinstrucción, ya sea de manera espontánea o guiados por vosotros, debe recibir un elogio o reconocimiento por su esfuerzo.
Reforzar con frases como «¡Muy bien! Has utilizado tu frase para recordarte lo que debías hacer» es clave para que los niños sientan que están logrando avances en el control de su conducta. Además del refuerzo verbal, pueden implementarse sistemas de recompensas.
Es recomendable que estas recompensas no estén vinculadas a productos alimenticios como dulces, sino que se centren en actividades o elementos que fomenten su creatividad, como tiempo para dibujar, realizar manualidades, o participar en una actividad que les guste y disfruten. Esto no solo refuerza el buen comportamiento, sino que también contribuye a su desarrollo personal.
Paso 6: generalizar las autoinstrucciones en niños y niñas con TDAH
Es importante que los niños aprendan a utilizar las autoinstrucciones en diferentes situaciones y contextos. Para conseguirlo, las familias pueden ayudarles a transferir este aprendizaje a otros entornos, como la escuela o actividades sociales.
Os recomendamos involucrar a maestros y otros familiares o cuidadores en el proceso de autoinstrucciones para que ellos también puedan reforzar el uso de estas herramientas en situaciones escolares o sociales.
Paso 7: interiorizar las autoinstrucciones en niños y niñas con TDAH
Con el tiempo y la práctica, los pequeños comenzarán a interiorizar las autoinstrucciones, es decir, a usarlas de manera automática sin necesidad de decirlas en voz alta. Éste es el objetivo final: que el niño pueda autorregular su conducta sin intervención externa.
No es algo que se produzca en un corto plazo de tiempo, pero como cada niño y niña tienen su propio proceso, os animamos a observar y cuando comiencen a utilizar las autoinstrucciones de manera interna y animarlo a seguir haciéndolo. Es muy importante celebrar estos avances para mantener su motivación.
Herramientas adicionales para las Familias
Por último, para afianzar el uso de las autoinstrucciones, las familias pueden utilizar las siguientes herramientas:
- Listas de verificación: crear listas de pasos para realizar tareas para ayudar al niño a recordar lo que necesita hacer y utilizar las autoinstrucciones en el proceso
- Historias sociales: desarrollar pequeñas historias donde los personajes utilicen autoinstrucciones para superar desafíos puede ayudarles a comprender mejor el proceso.
- Juegos de rol: practicar situaciones con juegos de rol donde simuléis escenarios en los que debe aplicar las autoinstrucciones
Puede que parezca mucho trabajo, pero dentro de un tiempo estamos convencidas de que vosotros mismos os daréis cuenta de que las autoinstrucciones son una herramienta poderosa para ayudar a los niños y niñas con TDAH a desarrollar hábitos de conducta positivos y mejorar su autocontrol. Con vuestro apoyo y mucha práctica, vuestros hijos e hijas aprenderán a utilizar este recurso para gestionar mejor sus comportamientos y enfrentarse a los retos que tienen cada día.
Por último, os queremos decir que es fundamental que las familias participen activamente en este proceso, ya que sois sus modelos y los mejores reforzadores para que vivan este proceso de una forma positiva. Y os animamos a hacerlo con mucha paciencia, comprensión y el uso adecuado de las autoinstrucciones, para que por ellos mismos puedan conseguir una mayor autonomía y regulación emocional.
Post desarrollado por el equipo de neuropsicología de Irenea en Vithas Elche.
