Tumores cerebrales

El 4 de Febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer. Desde el Instituto de Rehabilitación Neurológica de Hospitales Vithas VITHAS hemos querido sumarnos a las iniciativas de este día y dedicar nuestro post de hoy a los tumores cerebrales.

El termino tumor hace referencia a un crecimiento nuevo de tejido con multiplicación incontrolada y progresiva de las células. El proceso de inicio de esta enfermedad suele deberse a una mutación genética del ADN celular que transforma dicha célula y los clones celulares cercanos, permitiendo su crecimiento anormal e ignorando las señales de regulación de crecimiento existente en el ambiente circundante. Una vez dichas células adquieren características invasoras, son capaces de infiltrar y penetrar en vasos linfáticos y sanguíneos por los que llegan a otros lugares del cuerpo y forman metástasis.

Los tumores encefálicos tanto primarios como metastásicos tienen una incidencia anual de entre 4 y 10 casos cada 100.000 habitantes y en la infancia constituye -después de la leucemia- la causa tumoral más frecuente.

SÍNTOMAS GENERALES DE LOS TUMORES CEREBRALES

Síndrome de hipertensión endocraneal:

Como hemos dicho cualquier tumor se caracteriza por un aumento de volumen debido a una proliferación exagerada de células anómalas. Este hecho es particularmente relevante en el caso del cerebro al estar “literalmente” encerrado dentro del cráneo. Este aumento del volumen suele provocar tres síntomas clásicos que reflejan un aumento de la presión intracraneal, aunque muchos pacientes presentan solo alguno de ellos. Dos de estos síntomas son visibles clínicamente como la cefalea (dolor de cabeza) y los vómitos y el tercero puede observarse al examinar el fondo de ojo (edema de papila). La cefalea es intensa, persistente y con exacerbaciones nocturnas o matinales, que no se atenúan o alivian muy poco con los analgésicos comunes. Los vómitos pueden aparecer de forma súbita (“escopetazo”) o ir precedidos de esfuerzos repetidos adoptando los mismos caracteres que en las afecciones gástricas. Finalmente, el edema de la papila que se observa examinando el fondo de ojo suele traducirse clínicamente por ciertos síntomas visuales como disminución de la agudeza visual (ambliopía) o ceguera intermitente. Cuando el cuadro es importante se asocian alteraciones del estado de conciencia de grado variable (desde la obnubilación al coma)

Signos de localización:

Los tumores pueden producir síndromes focales que se manifiestan por cuadros clínicos característicos en función del área cerebral que se esté viendo afectada. En el caso de que la lesión afecte a los pares craneales o las vías largas (motoras o sensitivas) o a estructuras clave como el cerebelo, los síntomas pueden ser fácilmente reconocibles (pérdida de visión, pérdida de fuerza o sensibilidad, incoordinación, respectivamente). En algunos casos, sin embargo las lesiones aparecen en zonas del cerebro encargadas de nuestra habilidades cognitivas, conductuales y sociales y pueden pasar más desapercibidas al no se físicamente objetivables con facilidad. A continuación os exponemos los principales síntomas de los distintos síntomas focales.

SÍNDROME FRONTAL

El síndrome del área precentral que se corresponde con las áreas 6,8,9,10 y 11 de Brodmann, da lugar a la aparición de los siguientes fenómenos:

1) Trastornos conductuales. Se manifiestan por un cambio de personalidad, apatía, lentitud en el procesamiento mental, falta de iniciativa y alteraciones de la conducta social (desinhibición social y/o sexual) entre otras.

2) Aparición de reflejos patológicos: Entre otros suelen aparecer algunos reflejos primitivos que exiten durante los primeros años de vida pero que luego tienden a desaparecer. El reflejo de prensión (grasping) por ejemplo es uno de estos reflejos que consisten en que al estimular la palma de la mano del enfermo, ya sea con un objeto o con los dedos, está se cierra sobre ellos y se mantiene cerrada, costando trabajo abrirla. Un fenómeno similar puede hallarse en la planta de los pies (reflejo plantar tónico).

3) Apraxias. Puede observarse la denominada “apraxia de la marcha” que consiste esencialmente en una disminución o pérdida de la facultad para organizar una marcha en ausencia de paresia u otro trastorno funcional. Se produce por lesiones frontales paracentrales bilaterales y frecuentemente se asocian con incontinencia.

4) Trastornos afásicos: Dificultades para la emisión del lenguaje, para la denominación o para encontrar la palabra adecuada cuando la lesión se produce en el hemisferio dominante (izquierdo habitualmente).

SINDROME PARIETAL

1) Trastornos sensitivos: El paciente puede manifestar crisis de parestesias (sensación anormal) e incluso una ausencia total de sensibilidad contralateral a la zona de la lesión. Es frecuente la perturbación del sentido de discriminación táctil y la pérdida del reconocimiento de los objetos por el tacto (astereognosia). Suele verse el “fenómeno de extinción”: el paciente siente el estímulo táctil aplicado alternativamente en uno y otro lado de su cuerpo, pero al aplicarlo simultáneamente, lo reconoce sólo el hemicuerpo sano.

2) Trastornos práxicos: Las apraxias son trastornos de la actividad gestual aprendida, ya se trate de movimientos adaptados a un fin o de la manipulación real o por mímica de objetos, que no se explican ni por lesión sensitiva, motora o perceptiva, ni por alteración mental o de comprensión verbal, y que aparecen tras lesiones en determinadas zonas cerebrales. Puede presentarse apraxia ideatoria, ideomotriz, constructiva o del vestido.

3) Alteraciones del esquema corporal: Puede existir negligencia unilateral (incapacidad o dificultad para detectar, atender o responder a estímulos presentados contralateralmente a una lesión cerebral, en ausencia de trastornos elementales sensitivos o motores) y anosognosia (pérdida de reconocimiento de la enfermedad).

SINDROME TEMPORAL

Esta región es muy epileptógena por lo que si se afecta sobre todo el tercio anterior, el primer síntoma de la presencia de una lesión puede ser una crisis epiléptica. Dada la relación de esta zona con el sistema límbico también pueden aparecer trastornos de la conducta (agresividad, impulsividad). Sí se afectan los dos tercios posteriores lo más frecuente es que el paciente refiera dificultades de visión (hemoanopsia lateral homónima). Otro síntoma específico de esta área es la dificultad de comprensión del lenguaje con preservación de la fluencia (afasia de Wernicke) sí la lesión de halla en el hemisferio dominante.

SINDROME OCCIPITAL

En este lóbulo se sitúa el área visual, por lo que las lesiones que afectan a esta región se traducen en problemas de visión en alguna zona del campo visual (cuadrantopsia, hemianopsia homónima) que suele respetar la visión central y, en ocasiones, alucinaciones visuales como manchas, líneas, estrellas… También existen algunos casos de agnosia visual por afectación de esta área, consistente en dificultad o imposibilidad en el reconocimiento de la imagen, de las formas, de las proporciones, de los colores y del lugar.

Si quieres más información sobre neurorehabilitación tras sufrir un tumor encefálico, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.

 

Fuentes de las imágenes: corporaciondermoestetica.com y colmedni.ning.com

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