Por todos es aceptada la necesidad de abordar la rehabilitación del Daño Cerebral desde diferentes disciplinas, ya que suscita problemas de diferente índole, es una realidad compleja, en la que aparecen una gran cantidad de áreas a sobre las que intervenir, tanto en el aspecto motor, como psicológico (incluyendo en éste el ámbito cognitivo, emocional y familiar), sin olvidar el aspecto social.
El equipo multidisciplinar hace referencia a la interacción entre varias disciplinas, desde la mera comunicación hasta una verdadera integración, en cuanto a metodología, objetivos, terminología etc. Se persigue una intervención conjunta por parte de todos los miembros del equipo, que prima sobre las intervenciones individuales.
“Si bien es cierto que los equipos multidisciplinares que abordan tareas complejas, son de un potencial y una riqueza humana extraordinarios, su correcto funcionamiento requiere de ciertas aptitudes
en los miembros del equipo que los orienten a la identificación de un objetivo común, a la cohesión del grupo y a la superación de inercias previas inherentes a la disciplina de la que proceden”
(Quemada J.I., 2007)
El proceso NeuroRehabilitador pretende alcanzar el máximo nivel de recuperación de las funciones físicas y psicológicas del paciente, con el objetivo de favorecer su independencia y autonomía funcional, así como facilitar su adaptación social. Ello supone emplear todos los medios disponibles para reducir el impacto de las condiciones discapacitantes, con el fin de permitir a la persona afectada alcanzar un nivel óptimo de integración social.
Dentro de estos equipos profesionales, el trabajador social pretende abordar las situaciones problemáticas originadas por el impacto social de los procesos de salud/enfermedad. El objetivo último de todas las acciones que realiza, es la mejora de la calidad de vida de los afectados y sus familias, la atención de las necesidades sociales de los mismos y la promoción y el desarrollo de las personas.
Para ello, su intervención está centrada en:
– La atención a las familias, orientándoles y ayudándoles a afrontar la nueva situación social.
– Prevenir la sobrecarga familiar, acompañándoles en la resolución de problemas de índole social que se generan durante el proceso de recuperación.
– Conseguir una reintegración social y familiar, buscando el mayor bienestar de cada paciente y su cuidador.
– Lograr, si es posible, una reinserción laboral
Interviene en todos los ámbitos donde se desenvuelve el paciente (familia, amigos, escuela, trabajo y entorno social), adecuando cada intervención de forma individualizada, buscando alcanzar la mayor autonomía en cada caso y su reinserción familiar, social y laboral.
¿Qué funciones desempeña dentro del equipo de rehabilitación?
– Estudio de la situación legal, social, laboral, escolar y familiar para realizar una intervención adecuada
– Información y orientación de los recursos existentes para atender a los problemas detectados.
– Orientación al resto del equipo de los mismos.
Tramitación y gestión de los recursos, aliviando así la sobrecarga de la familia.
– Coordinación con organismos públicos y privados para la derivación de casos cuando sea necesario, así como elaboración del informe de derivación en cuestión.
– Seguimiento de cada caso.
– Búsqueda de nuevos recursos que faciliten la integración sociolaboral de los afectados.
El trabajador social interviene en todo el proceso rehabilitador, en coordinación con todos los miembros del equipo.
Si quieres conocer más sobre trabajo social u otra disciplina profesional relacionada con el daño cerebral, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.