Hemos hablado de los déficits que produce un DCA o un TCE, de cómo se trabaja con un equipo multidisciplinar y la importancia, de que los familiares entiendan y apoyen a la persona afectada.
Hoy vamos hablar de la importancia de adaptarse a la nueva situación, de aprender a compensar aquellos déficits que limitan más en el día a día y las estrategias que os pueden ayudar a mejorarlos.
Déficits cognitivos más característicos
A continuación enumeramos algunos de los déficits cognitivos más característicos:
- Orientación
- Atención
- Memoria
- Problemas de organización y planificación
- Negligencia
Para compensar estos déficits, desde las sesiones de rehabilitación, se realiza un trabajo constante y continuo donde se intenta alcanzar de nuevo el máximo rendimiento en estas áreas cerebrales. Pero, cuando éstos problemas persisten en el tiempo y su rehabilitación no es completamente posible precisamos de ayudas externas para compensarlo.
Problemas de orientación
Por ello, ante problemas de orientación, en primer lugar cabe distinguir tres tipos de orientación (temporal, espacial y/o personal) que van a determinar el estado en que se encuentra el paciente y en función de esto el tipo de ayuda externa o estrategia compensatoria que recomendaremos.
En los casos más graves la persona muestra problemas en las tres esferas, el tiempo, el lugar y datos personales, estas personas son dependientes en todos los aspectos y debemos reforzarles a diario y a lo largo del día datos como su nombre, con quién y dónde se encuentran y el día en el que estamos (tener a la vista calendarios).
Además si la persona tiene capacidad para moverse, debe llevar un llavero, pulsera o collar con sus datos personales, dirección y un teléfono de contacto de sus familiares para en caso de desorientación en lugares públicos, poder ayudarle.
En casos más leves de desorientación, cuando la persona es consciente de sus datos personales y lugar donde se encuentra, podemos recomendar el uso de agendas, en este caso la persona puede ver a diario en qué día se encuentra y además podrá hacer pequeñas anotaciones.
Problemas atencionales
Problemas atencionales, al igual que la orientación, los procesos atencionales dependerán del estado cognitivo del paciente. Los procesos más básicos son la atención sostenida (capacidad para fijarnos y atender durante un tiempo adecuado a una tarea) y la selectiva (capacidad de atender a una sola cosa aunque hayan distractores a nuestro alrededor). Cuando la persona tiene problemas en su atención más básica, atención sostenida y selectiva, debemos procurar tener un entorno lo más tranquilo posible, evitando que la persona tenga que elegir por ejemplo entre atendernos a nosotros al hablarle y ver la tele además de hablar de manera directa con la persona. Por ello es recomendable mantener un entorno lo más tranquilo posible.
Alteraciones en la memoria
Esta alteración está muy presente en la mayoría de los casos y a su vez es una de las lesiones que más interfieren en el día a día. La capacidad de aprender nueva información y recordarla es, en la mayoría de los casos, un problema para personas que son lo suficientemente independientes. Por ello, el uso de estrategias compensatorias es imprescindible para ayudarles a recuperar dicha información. El uso de agendas es imprescindible ya que nos servirá independientemente del nivel cognitivo del enfermo. Podemos utilizar la agenda para anotar acontecimientos del día a día y poder leer esa información en días posteriores para recordar hechos pasados como dónde pasamos el fin de semana o lo que comimos hace dos días. Cuando la persona integra la agenda es una herramienta imprescindible para anotar desde citas médicas, organizar el día y recordar hechos pasados.
También podemos aplicar estrategias cuando tenemos que realizar tareas cotidianas como por ejemplo realizar la compra de casa, ya que también podemos olvidar datos, y aunque en ocasiones anotemos los productos, si lo hacemos de manera desorganizada es posible que al volver a casa nos hayamos dejado algo. Podemos reducir el error si una vez anotados los productos de manera desorganizada, agrupamos los productos por categorías, pescados, carnes, lácteos, pastas… Esta estrategia nos va a facilitar el recuerdo además de ahorrarnos tiempo al realizar la compra ya que no tendremos que leer de manera repetida la lista cada vez que estamos en un pasillo del supermercado.
Planificación y organización
Es habitual encontrar en las personas que han sufrido un daño cerebral, problemas a la hora de planificar y organizar sus actividades diarias, lo que conlleva que la persona no sea capaz de establecer una nueva rutina por ella misma.
Por ello, desde el servicio de neurorehabilitación, se diseñan planes de actividades con el objetivo de facilitar la puesta en marcha de la nueva vida del paciente. Este plan se convierte en un apoyo externo que permite ajustar, en la medida de lo posible, tiempos y tareas adecuados a las características del paciente.
Este apoyo es muy importante al inicio del tratamiento ya que ayuda tanto a la familia como al paciente a retomar la actividad. Así, familia y paciente aprenden a gestionar tiempos y tareas diarias y posteriormente en el momento del alta, serán capaces de seguir creando y actualizando sus planes en su día a día.
Negligencia
Esta alteración tan característica de las lesiones en hemisferios derechos, impide a la persona atender de manera consciente a su lado izquierdo por lo que al inicio de la rehabilitación es muy importante concienciar a la persona afectada de éste déficit para que integre de forma consciente la intención de atender a ese lado, por ejemplo, recordarle que debe girar la cabeza hacia la izquierda además de ofrecerle siempre nuestra ayuda y material por el lado izquierdo, forzándole de nuevo a atender a ese lado. Cuando tratemos de trabajar sobre una hoja o leer un libro, marcaremos con una línea el inicio de la hoja con un color muy llamativo para tener como referencia el inicio de cada línea.
RESUMEN
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Para más información, no dudes en contactar con cualquiera de nuestros centros de daño cerebral.