A lo largo de diferentes post hemos ido hablando de las alteraciones conductuales que se pueden presentar tras una lesión cerebral y la importancia que tienen en la rehabilitación ya que pueden marcar la evolución y la funcionalidad del paciente.
Uno de los déficit conductuales más frecuentes tras sufrir un daño cerebral es la apatía. La característica principal de la apatía es la disminución de la motivación en cualquier comportamiento que suponga dirigir la conducta hacia un fin. El paciente se puede mostrar aplanado, indiferente y sin espontaneidad. Es un déficit mucho más discapacitante de lo que puede parecer en un primer momento, ya que afecta a todas las esferas del funcionamiento de la persona y acarrea mucho desgaste para los familiares.
En la apatía se reduce la actividad espontánea, y como en todos los déficit hay diferentes grados. En los casos más extremos los pacientes pueden perder incluso la iniciativa para hablar o moverse de forma espontánea (mutismo acinético). Hay casos graves en los que nos podemos encontrar a pacientes que quieren permanecer en la cama o en el sofá todo el día (abulia). En casos más moderados los pacientes se levantan y con más o menos ayuda realizan las actividades más básicas de la vida diaria, pero no generan actividades más allá de estas (aseo, vestido o alimentación). Y en los casos más leves, tal vez desde fuera no se aprecia tanto, pero el paciente ya no es el mismo de antes, ya no muestra interés por hacer las actividades que antes realizaba diariamente, ni siquiera por las cosas que más le gustaban, sus hobbies, e incluso puede llegar a descuidar algunos aspectos.
Sin conocer en profundidad el daño cerebral, es fácil confundirlo con pereza, con poco esfuerzo o incluso con depresión. A menudo da la impresión que el paciente ha cambiado mucho, que ya nada le interesa, que no tiene ganas de hacer las cosas, que no se esfuerza lo suficiente.
La apatía además de la reducción de actividad e iniciativa puede ir acompañada de un cierto desinterés emocional, lo que llamamos indiferencia afectiva, de retraimiento social y de enlentecimiento psicomotor.
Pero…¿qué es lo que subyace a esto?, ¿Por qué tras el daño cerebral, frecuentemente se pierden las ganas de hacer las cosas? ¿Qué es lo que origina la apatía? ¿Dónde está el problema? La apatía es la consecuencia directa de lesiones en el área mesial del lóbulo frontal, incluyendo el cíngulo anterior y sus conexiones. Que son las áreas cerebrales que se encargan de regular e iniciar la actividad.
¿Y la apatía tiene cura?
Desde luego es totalmente necesario intervenir ante este trastorno para que se reduzca, el paciente consiga recuperar la máxima actividad posible, tenga un menor impacto en la vida del paciente y pueda conseguir una mayor calidad de vida. Dentro de un equipo interdisciplinar, será el neuropsicólogo el encargado de dirigir el enfoque de las pautas a seguir, en colaboración con el resto del equipo.
El papel de la familia, así mismo, es fundamental en la mejora de la apatía. Sobre todo a la hora de generalizar los resultados que se obtienen dentro del centro de rehabilitación.
Pasos a seguir para la recuperación de la apatía
Algunos de los pasos a seguir incluyen:
- Hacer consciente, en la medida de lo posible, a la persona afectada de lo que le está pasando y de las consecuencias de esto (trabajar conciencia de déficit)
- Establecer un programa de rutinas
- Establecer un programa de actividades motivadoras, estructuradas, de complejidad creciente y muy paulatina, así como de responsabilidades en el hogar que incluya actividades de autocuidado e higiene, actividades de ocio, y labores domésticas
- Entrenar en estrategias para solventar la falta de iniciativa y el desarrollo de acciones (planes prefijados, listados…)
- Ayudar a iniciar la actividad
- Aplicar reforzadores guiados por el equipo de rehabilitación
- Reforzar ante los avances
- Si quieres más información sobre la apatía u otros déficit conductuales, no dudes en contactar con nosotros
Si quieres más información sobre la apatía u otros déficit conductuales, no dudes en contactar con nosotros.
Bibliografía:
Daño cerebral adquirido. Guia prácticapara familiares. Hospitales VITHAS
http://fedace.org/alteraciones-de-la-conducta-y-dano-cerebral-adquirido-ii-la-apatia/
http://fedace.org/wp-content/uploads/2013/09/10_alteraciones_conductuales.pdf