En el complejo escenario de nuestro cerebro, las funciones ejecutivas destacan como las maestras de la orquesta, supervisando y dirigiendo cada aspecto de nuestra cognición, conducta y actividad y regulación emocional.
Ubicadas en el cortex prefrontal, estas funciones son el sello distintivo que nos diferencia de otros seres vivos y reflejan nuestra singularidad como especie, ya que las funciones ejecutivas son esenciales para convertir nuestros pensamientos en decisiones, planes y acciones.
Procesos implicados en las funciones ejecutivas
A continuación, os explicamos con más en detalle los procesos implicados en estas funciones y su importancia en el desarrollo cognitivo de los niños.
- Planificación y secuenciación: capacidad de identificar y organizar una secuencia de eventos para lograr objetivos específicos, es fundamental en el desarrollo de las funciones ejecutivas. Este proceso permite a los niños estructurar sus pensamientos de manera efectiva.
- Flexibilidad cognitiva: habilidad para hacer transiciones y tolerar cambios, es esencial en la resolución de problemas y en la capacidad de cambiar el foco de atención según sea necesario. La flexibilidad cognitiva permite a los niños adaptarse a situaciones nuevas y complejas.
- Memoria de trabajo: sistema que mantiene y manipula información temporalmente y es crucial para procesos como la lectura y el razonamiento. Esta capacidad contribuye significativamente al desarrollo cognitivo de los niños.
- Velocidad de procesamiento: correlación entre la ejecución cognitiva y el tiempo necesario para procesar y/o realizar la acción. Este aspecto influye en la eficiencia con la que los niños pueden llevar a cabo tareas mentales.
- Inhibición: habilidad para resistir impulsos y detener una conducta en el momento apropiado, es esencial en el control ejecutivo. La inhibición permite a los niños desarrollar un autocontrol necesario para enfrentar situaciones diversas.
- Ejecución dual: capacidad de trabajar con varios procesos mentales simultáneamente, es crucial en entornos complejos. Esta habilidad permite a los niños abordar múltiples tareas y procesos de manera eficiente.
- Toma de decisiones: capacidad de tomar decisiones evoluciona a lo largo del desarrollo, manifestándose de manera más completa entre los 6 y 12 años. La toma de decisiones madura gradualmente hasta alcanzar su pleno desarrollo alrededor de los 21 años.
- Cognición social: capacidad de imaginar y comprender los pensamientos y sentimientos de otras personas. Esta habilidad permite a los niños desarrollar empatía y habilidades sociales fundamentales.
Las funciones ejecutivas, cruciales en el desarrollo cognitivo de los niños
Desde la planificación hasta la cognición social, estas funciones trabajan en conjunto para generar y regular la ejecución efectiva y el reajuste de conductas dirigidas a objetivos.
Son las funciones cognitivas más elaboradas y que más tardan en desarrollarse en el ser humano, presentando diferentes picos importantes de desarrollo a tener en cuenta, destacando uno de los 2 a los 5 años, y otro desde el inicio de la adolescencia hasta el fin de esta.
Por todo ello, es esencial comprender su importancia individual y global ya que su alteración puede afectar el desarrollo normal de los niños. De hecho, en diversos trastornos neurológicos y mentales, las funciones ejecutivas pueden verse comprometidas, subrayando la necesidad de abordar y apoyar adecuadamente el desarrollo de estas habilidades en la infancia y, por ello, precisar neurorrehabilitación.