¿Cómo viven las Navidades los niños con Trastorno del Espectro Autista?

El impacto de la adolescencia en personas con trastorno del espectro autista

Estamos a las puertas de unas fechas muy especiales para todos. Unos días llenos de alegría, familia, reencuentros y vacaciones. Con todos los cambios de rutinas y nuevas experiencias que todo ello supone. Pero, ¿y si no todos las vivimos igual? Para los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familiares, la Navidad puede ser una época del año bastante estresante, ya que puede significar unos días llenos de situaciones un tanto incómodas.

Navidades en los niños con Trastorno del Espectro Autista

Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es el conocimiento que tenga la familia sobre las características de los niños con rasgos del espectro autista. El apoyo de las familias y la comprensión de la situación es fundamental para poder abordar las posibles situaciones que se den, de manera coordinada, y facilitar las adaptaciones necesarias para que todos disfrutemos de estas fechas tan señaladas.

Luces de Navidad

Podemos pensar que estas fechas se reducen a unos días señalados, pero no debemos olvidar que los preparativos y adornos de las calles se inician con semanas de antelación. De hecho, esta situación supone para los niños con características TEA un aumento en la cantidad de estímulos sensoriales percibidos (visual, auditivo, táctil,…), llegando incluso a saturarles. Por lo que, en la medida de lo posible, la anticipación de los cambios que se avecinan es el primer consejo que os damos.

Visitas a casas de familiares

Entre las situaciones que se suelen presentar en Navidad, nos encontramos las visitas a casas de otros familiares. Este acontecimiento, que para cualquier niño supone momentos de curiosidad y alegría por ver a otros familiares, puede ser un momento muy estresante para un niño con trastorno del espectro autista TEA. Empezando por el desconocimiento del recorrido y la localización de la casa, la posible falta de confianza con los familiares, que no suelen ver el resto del año, el ruido que se genera en el ambiente, los sobrecarga de estímulos visuales debido a la decoración, hasta los cambios en los alimentos y la forma de prepararlos.

Vacaciones escolares

Por otro lado, debemos recordar que los niños están en periodo vacacional escolar. Esto supone un gran cambio en la rutina familiar, que afecta al ánimo de todos y repercute en el niño.

3 sugerencias para las familias de niños con TEA estas Navidades

Para prepararnos y ayudar a que todos disfrutemos por igual de estas fechas, se podrían realizar algunas de las siguientes sugerencias, dependiendo siempre del niño y de las circunstancias familiares:

  • Anticipación mediante ayudas visuales de dónde vamos a ir, a quién vamos a ver y qué nos podemos encontrar, así como entender la situación. Por ejemplo, en el caso de las luces enseñarles que las están poniendo y en el caso de los familiares, enseñarles fotos previamente que recuerden les hagan recordar…
  • Hablar con las familias, para llevar a cabo una actuación conjunta ante rabietas o situaciones que se puedan dar y normalizar la situación para el niño, aunque esté en un ámbito que no es el habitual
  • Adaptar el menú con los alimentos que sepamos que el niño tolera. Se le puede invitar a probar comida nueva, pero no forzarle a ello

Es fundamental que la Navidad, con todas las circunstancias y situaciones que conlleva, se empiece a abordar con antelación, mediante la colaboración de familiares y profesionales, tanto de los centros docentes, como de centros de ámbito rehabilitador, para poder lograr juntos el objetivo de pasar unas Navidades felices y en familia.

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