Aunque son muchos los factores que podrían explicar que nuestro hijo tenga dificultades de comprensión y/o expresión, uno de los más complicados de explicar y comprender es el Trastorno Específico del Lenguaje comúnmente conocido como TEL.
La definición más característica de TEL procede de la ASHA (American Speech-Language-Hearing Association, 1980): “Un trastorno de lenguaje es la anormal adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito. El problema puede implicar a todos, uno o algunos de los componentes fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del sistema lingüístico. Los individuos con trastornos del lenguaje tienen frecuentemente problemas de procesamiento del lenguaje, o de abstracción de la información significativa para almacenamiento y recuperación por la memoria a corto o largo plazo”.
Características de los niños con TEL
- Retraso en la adquisición del lenguaje. A veces se presentan las primeras palabras que después se pierden, pudiéndose incluso perder todos los sonidos. Otras veces hay un parón repentino.
- Lenta adquisición del lenguaje. A veces esto conlleva dificultades en la inteligibilidad, inmadurez en las formas sintácticas, errores morfológicos.
- Si la comprensión se ve afectada puede aparecer un cuadro conductual complejo. (Confusión con TEA, Trastorno del Espectro Autista)
- Escaso léxico y presencia de conductas para compensarlo.
- Con frecuencia se da una evolución a saltos.
- Progresión dependiente de la gravedad. Riesgo de TDAH, trastornos del aprendizaje, trastornos de la lecto-escritura, problemas de tipo social.
¿Qué tienen en común TEL y TEA?
Cuando nuestro hijo no está adquiriendo correctamente el lenguaje, es fácil que aparezcan dificultades en la relación social, tanto con iguales como con mayores. Los niños no comprenden bien, y además no pueden expresarlo. Aparece el aislamiento, la frustración, y con ella las rabietas, en la guardería, en el colegio, en el parque y en casa. Estas conductas disruptivas pueden hacernos pensar que nuestro hijo, que no sólo no habla, sino que se muestra ausente y con extrañas conductas pueda padecer un Trastorno del Espectro Autista.
Algunos indicadores de que nuestro hijo presenta un trastorno del lenguaje y no del espectro autista, pueden ser:
- Presencia de conducta protodeclarativa (a través de la conducta de señalar o de otros gestos para mostrar)
- Conductas dirigidas a captar la atención del adulto hacia objetos
- Funciones comunicativas complejas como pedir ayuda, atención, avisar
- Interés por múltiples objetos
- Gestos o mirada para compensar
Si tenéis alguna sospecha de que tu hijo cumple alguno de estos requisitos, no dudes en contactar con nosotros, ya que la detección precoz es básica para el éxito comunicativo y social en el futuro.