Hola compañeros,
Me llamo Enrique García y he estado dos años yendo a rehabilitación en la Unidad del Daño Cerebral del Hospital VITHAS Valencia al Mar. Ha llegado la hora de partir. Me voy con mucha pena y alegría. Pena porque dejas a muchos amigos y compañeros, y alegría porque aquellos que se quedan y llegarán, sé que estarán bien atendidos y hará todo lo que esté en sus posibilidades para su mejoría, ya que he tenido el orgullo de estar en manos de un gran equipo de profesionales en todos los sentidos.
Aconsejo especialmente el grupo de conciencia dirigido y asesorado por la neuropsicóloga del hospital. Se trata de un grupo de 6-8 pacientes que nos reuniabamos con ella una vez por semana. Recuerdo que cuando me incorporé al grupo estaba sordo y ciego en un sentido metafórico, porque no sabes nada de lo que te ha pasado, no te lo han explicado. Con este grupo de terapia he aprendido muchas cosas. Mari Carmen nos ha explicado todo lo que es el cerebro, qué tipo de lesiones tenemos y cómo cada persona es un mundo distinto y reacciona diferente ante esta enfermedad. En el grupo compartíamos experiencias y anécdotas del día a día. Con éstas, nos hacía sacar de nosotros mismos el lado más negativo y ver lo positivo de esta enfermedad, y en definitiva, de este cambio de vida.
A mí personalmente me ayudó mucho, porque estaba muy impulsivo, alterado e insoportable y muchas más cosas. Porque a veces hacemos y decimos cosas sin pensarlas, haciendo daño sin darnos cuenta a nuestros seres más queridos, que precisamente en estos momentos, son en los que están apoyándonos para salir adelante a diario.
Sé que siempre nos preguntamos, ¿por qué me ha sucedido esto a mí? Pienso que son cosas del destino. Por eso, os animo a que aprovechéis al máximo el tiempo de rehabilitación, y siempre ante la duda, preguntad, que seguro que tendréis la respuesta de ese magnífico grupo de profesionales.
Ahora me espera una nueva vida con mi familia. La voy a aprovechar lo mejor que pueda y ya os comentaré cómo me va. Me despido de todos vosotros, compañeros y amigos del grupo de terapia de conciencia.
Gracias Dra. Mari Carmen. Un abrazo y besos por este gran trabajo.
Enrique.
