Decirle adiós al pañal es una preocupación latente en los padres cuando el niño tiene entre 2 – 3 años de edad. Por esto, desde el área de Terapia Ocupacional queremos orientar a los padres, familiares, educadores y profesionales sobre cuándo y cómo se debe iniciar un programa de control de esfínteres para que éste sea efectivo.
Hay que tener en cuenta de que el proceso de enseñanza varía de un niño a otro y la modalidad de aprendizaje depende del nivel de comprensión que presente en el momento del inicio del programa. Además, los niños con Autismo pueden presentar una serie de características que hacen que el proceso de aprendizaje sea más lento, como es la alteración en la capacidad de comunicación, la dificultad para imitar, la inflexibilidad mental y la hipersensibilidad sensorial (que puede crear reacciones de miedo/rechazo); pero cuando no existen problemas físicos asociados o discapacidad intelectual severa, al igual que otros niños, cuando adquieren este aprendizaje lo mantienen a lo largo de toda su vida.
Por tanto, antes de iniciar el programa de control de esfínteres, debemos estar seguros de que el niño está preparado biológica y psicológicamente, ¿y cómo sabemos que está preparado? A través de cuatro señales básicas que son válidas para todos los niños y que facilitan la integración de este hábito básico para la autonomía. Son:
- Ser capaz de permanecer “seco” al menos durante 50 minutos. Se puede realizar un registro de incontinencia, pero sería muy difícil anotar la hora exacta a la que el niño ha hecho pis, por lo que se recomienda que sea cada hora.
- Permanecer tranquilo sentado en el inodoro u orinal durante un par de minutos, sin malestar, enfados, llantos o necesidad de que el adulto le fuerce a estar sentado.
- Mostrar signos de “notar” o ser consciente de que está mojado o sucio. Se muestra incómodo cuando se ha hecho pis, trata de quitarse el pañal, etc.
- Ser capaz de seguir algunas órdenes sencillas: “siéntate”, “espera”, “ven”
¿Qué puede ocurrir si se comienza un programa de control de esfínteres sin que el niño esté preparado?
Se puede condicionar de manera negativa el momento de sentarse en el inodoro/orinal. El niño establecería una asociación no deseada entre el momento de hacer pis y la presencia de niveles elevados de ansiedad, que convertirían al inodoro/orinal en un estímulo estresante y negativo. Si no está preparado, es mejor esperar.
¿Cómo se puede eliminar el rechazo al inodoro/orinal?
Asociando el lugar con algo positivo. Se puede llevar un juguete u objeto que le guste al cuarto de baño para que el niño se relaje mientras está sentado en el inodoro/orinal. Un proceso que ha sido efectivo en algunas familias consiste en que el niño comience a sentarse en el inodoro/orinal con la ropa puesta y premiar si aguanta sentado con tranquilidad. Posteriormente, debe quedarse sentado con el pantalón bajado y volver a premiar. Por último, debe hacer pis/caca en el baño y también premiar por ello. Para que el refuerzo realizado con el premio sea efectivo, sólo debe recibirlo cuando está en el WC.
¿Es mejor comenzar con inodoro u orinal?
Todo depende de dónde se encuentre el niño más a gusto. En los casos en los que existe dificultad para aceptar modificaciones en las rutinas o rechazo a los cambios, es más conveniente comenzar directamente con el inodoro para evitar tener que modificar la rutina cuando el niño vaya creciendo.
¿Cuáles son los pasos a seguir en el programa de control de esfínteres?
- Establecer un horario a través de un registro de incontinencia donde anotaremos cuándo se hace pis. Una vez se conozca cuándo suele hacer pis, se debe llevar al niño al cuarto de baño unos 10 minutos antes del tiempo registrado. Debe permanecer sentado, y si es necesario, se utiliza el refuerzo usado sólo en el WC. Otra estrategia es darle de beber bastante líquido media hora antes de la hora a la que hay que llevarle al cuarto de baño.
- Crear rutinas para los momentos de ir al baño. Se debe asociar con actividades cotidianas.
- Emplear refuerzos inmediatos y muy atractivos de manera consistente cada vez que el niño consiga el objetivo planteado. Debe ser un premio material acompañado de un refuerzo de tipo social, como aplausos, sonrisas, alabanzas, un beso, etc; para que éste vaya adquiriendo más valor y significado en la vida del niño.
- Entorno tranquilo y cómodo. Se pueden utilizar fundas o adaptadores para la taza, escalones o banquitos para que no le cuelguen los pies y consiga mayor sensación de estabilidad.
- Apoyos visuales, como una secuencia de acciones a seguir en pictogramas. En función de la edad y capacidad de comprensión del niño, la secuencia puede ser más corta o más larga. Ejemplos:
- Sentarse y hacer pis, limpiarse, tirar de la cadena.
- Encender la luz, bajar los pantalones, sentarse en el inodoro, hacer pis, limpiarse, subirse los pantalones, tirar de la cadena, lavarse las manos, apagar la luz.
También se puede anticipar las acciones en una hoja e ir tachando las acciones conforme se van realizando para no demorar el tiempo dentro del cuarto de baño.
¿Si el niño no habla, cómo me va a decir que quiere hacer pis?
Esto es muy común en niños con Autismo, que no pueden expresar sus deseos y necesidades. Para ello, se le debe dotar de un sistema de comunicación eficaz con el que pueda expresar su necesidad de ir al baño, como por ejemplo, a través de gestos manuales, intercambio de fotografías o emisión de una palabra o frase sencilla relacionada con su necesidad (pis, pipi). Lo más importante es que el niño siempre lo utilice antes de llevarle al cuarto de baño. Por parte de los educadores, se debe exigir la muestra de esta conducta comunicativa, así, además de trabajar la comunicación, estaremos mejorando la iniciativa del niño para ir al baño.
¿Y si pasa todo el día seco pero por las noches necesita pañal?
La mayoría de los niños necesitan más tiempo para adquirir el control de esfínteres por la noche. En torno a los 4 años, muchos niños dejan de usar pañal por la noche y aún así, tienen algún escape hasta los 6 años de edad. Para evitar estas situaciones se puede reducir la cantidad de líquido que bebe durante 2 horas previas a irse a la cama, hacer pis antes de acostarse y no darle importancia ni atención adicional a los momentos en los que moja la cama, entre otras.
Una estrecha colaboración entre todas las personas encargadas de la educación del niño en cuanto a las rutinas y estrategias utilizadas, evitará situaciones de confusión y hará que el aprendizaje se lleve a cabo de la manera más efectiva.
Contacto: centros de daño cerebral
Twitter: @VITHAS_irenea
Facebook: Vithas.IRENEA
Google Plus: +IRENEA
BIBLIOGRAFÍA
– San José González MA, Méndez Fernández P. Incontinencia y trstornos miccionales ¿qué podemos hacer?. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11: 44 -Martos Pérez J, Llorente Comí M, González Navarro A, Ayuda Pascual R, Freire S. Los niños pequeños con autismo: soluciones pr´cticas para problemas cotidianos. CEPE CIENCIAS DE LA EDUCACION PREESCOLAR Y ESPECIAL; 2012 -Jardín Infantil «Un mundo de Amor». Recomendaciones para el control de esfínteres. 2013 -Codosero Medrano A. El control de esfínteres. Psicología de la educación para padres y profesionales. 2014