En anteriores post se ha hecho referencia a las características principales de este síndrome (agotamiento físico y mental) así como a consejos generales para evitar su aparición y facilitar su manejo.
En esta ocasión pretendemos explicar cómo nuestros centros de neurorehabilitación abordan esta problemática y, sobretodo, tratan de prevenir su aparición y sus efectos.
Desde que iniciamos el tratamiento de un paciente con una lesión cerebral, el trabajo con su familia es fundamental y, sobretodo, con su cuidador principal. Este trabajo debe basarse en tres pilares fundamentales: INFORMACIÓN, CONCIENCIA DE ENFERMEDAD Y RECOMENDACIONES.
1. INFORMACIÓN
En primer lugar, es importante que el cuidador esté informado, es decir, que entienda y comprenda cuáles son las características del daño cerebral de su familiar afectado, que conozca cómo piensa, como percibe e interpreta la realidad, cómo se siente ante la misma y cómo reacciona y se comporta en consecuencia. Si esta psicoeducación se desarrolla de forma satisfactoria y el cuidador-familiar entiende este nuevo funcionamiento, la relación con el paciente afectado y el manejo posterior de los posibles problemas va a ser mucho más sencilla y se va a disminuir la posibilidad de dificultades con frecuencia.
Poseer una información clara y ajustada a cuál es la situación clínica del paciente permite que el cuidador-familiar pueda poner en marcha estrategias de manejo y afrontamiento adecuadas, favoreciendo un cuidado más constructivo y disminuyendo alteraciones emocionales de tipo ansioso, depresivo, etc.
2. CONCIENCIA
Seguro que en repetidas ocasiones, desde este foro, se ha aludido a la importancia de que el paciente tenga una conciencia ajustada de sus limitaciones en el pronóstico de la evolución de las mismas. Pero tan importante es el ajuste de la conciencia de éste como de la conciencia del cuidador-familiar. Si esta conciencia no está ajustada nos encontramos con que los niveles de agotamiento del cuidador son mayores ya que, las expectativas y las metas que se propone con el paciente no son alcanzables y se acaba agotando de intentar o de promover cambios que no son posibles.
En definitiva, poseer información ajustada es el paso fundamental para poder elaborar una conciencia adecuada del estado clínico del paciente y de sus necesidades, ello permite que el cuidador desarrolle y promueva actividades que faciliten la independencia del paciente, que disminuyan por tanto su sobreimplicación, y por ende, prevengamos la aparición del síndrome del cuidador, evitando el agotamiento y el desgaste.
3. RECOMENDACIONES PROFESIONALES
En definitiva, la información y la conciencia ajustada son la antesala de un escenario donde puedan acogerse e integrarse las recomendaciones que los profesionales de nuestros servicios de neurorrehabilitación sugieren a los cuidadores familiares.
La mayoría de estas recomendaciones van a ir dirigidas siempre hacia dos objetivos:
1. Potenciar una mayor autonomía del paciente
2. Evitar los problemas de conducta
La consecución de estos objetivos genera cambios directamente en el paciente afectado pero también contribuyen a que en la convivencia con el mismo disminuyan los niveles de sobrecarga y, por tanto, el cuidador se beneficie de ello.
Sin embargo, es cierto que el estado de muchos de los afectados de DCA requiere de mucho tiempo, dedicación y esfuerzo por parte de los cuidadores, y ello, a pesar de estar informados, tener conciencia y seguir las recomendaciones acaba agotando al cuidador, por ello, es necesario recordarles que no dejen de tener en cuenta las principales principios de un cuidado constructivo:
1. CUIDAR SIN DESCUIDARSE
El cuidador debe tratar siempre de atender sus necesidades físicas, de relación y de ocio. Su buen estado de salud repercute directamente en la calidad del cuidado que le aporta al paciente, no sólo en la salud de él mismo.
2. COMPARTIR LAS TAREAS DE CUIDADO CON OTRAS PERSONAS
Es importante repartir las tareas de cuidado con otras personas y no caer en el error de pensar que el cuidador principal es el único que puede atender las necesidades del paciente.
En definitiva, la información y el asesoramiento que se realiza en nuestros servicios de neurorrehabilitación son esenciales para un buen manejo y convivencia del cuidador-familiar con el paciente con DCA, de manera que acaban contribuyendo a generar climas de convivencia y espacios de interacción más constructivos y funcionales. Sin embargo, la tarea de cuidar acaba agotando y es importante que el cuidador cuide sin descuidarse.
Para más información, no dudes en contactar con cualquiera de nuestros centros de daño cerebral.