El daño cerebral adquirido, ya sea por causa de un traumatismo craneoencefálico, un accidente cerebrovascular, tumor, etc., ocasiona discapacidades de diversa consideración en función del área del cerebro afectada, siendo una de las más comunes la hemiparesia.
El patrón de marcha suele ser asimétrico debido a la diferencia de fuerza existente entre ambos hemicuerpos, además de que en muchos casos la espasticidad de diferentes grupos musculares produce desequilibrios que dificulta aún más la marcha en estos pacientes.
Esta falta de fuerza puede ser compensada en el medio acuático, en el cual podemos conseguir una postura erguida del paciente y un inicio de la marcha. Esto sucede gracias a la desgravitación, que reduce el peso corporal percibido por el paciente de forma que la activación muscular que tenga sea suficiente para realizar movimientos que fuera de la piscina sería incapaz o tendría mayor dificultad para completar. De esta forma el paciente consigue iniciar la reeducación de su marcha de forma precoz, acelerando el proceso de rehabilitación.
Cabe destacar que existen ciertas contraindicaciones que evitarían que un paciente entrase en piscina, como podrían ser la existencia de heridas abiertas, dermopatías contagiosas, trastornos convulsivos no controlados, inestabilidad cardíaca o alergia a las sustancias químicas del agua. La disfagia es una contraindicación relativa, teniendo especial cuidado en pacientes que la presenten cuando trabajen en piscina.
De las ventajas generales que aporta el trabajo en piscina se habla con mayor detalle en un post previo de este blog, por lo que nos centraremos en las posibilidades que ofrece la rehabilitación en este medio en un paciente que presenta hemiparesia:
- Reeducación de la marcha: es interesante trabajar este aspecto de forma adecuada, incluso antes de que el paciente pueda realizar la marcha funcional fuera del agua, para conseguir un patrón adecuado. La desgravitación disminuye el esfuerzo físico que debe realizar y le permite centrarse más en la calidad del movimiento
- Trabajo de equilibrio, como podría ser mantenerse sobre un pie o en tándem. En este medio, al ralentizarse los movimientos, se tiene más tiempo para que las reacciones de equilibrio aparezcan antes de que el cuerpo se desequilibre por completo
- Trabajo de activación de miembros superiores e inferiores: la desgravitación permite realizar movimientos para potenciar la musculatura del lado afecto que en gimnasio el paciente no podría o los haría con mayor dificultad. A su vez, la utilización de lastres dentro del agua puede mejorar la propiocepción del paciente y con ello la calidad del movimiento realizado
- Flexibilización: la temperatura del agua, que suele oscilar entre los 32 y 34ºC, permiten una reducción de la espasticidad que puede aprovecharse para movilizar el miembro afecto con menor dificultad que en el exterior.
- Marcha: de frente, lateral, marcha atrás, reduciendo base (tándem), levantando rodillas, llevando talones atrás, añadiendo trabajo de coordinación o de potenciación, marcha rápida…
- Escaleras y rampa: aprovechando la desgravitación puede iniciarse la subida y bajada y, si el paciente ya era capaz, se puede añadir dificultad
- Flotación: potenciación, activación, coordinación, disminución del tono
- Natación: en función de la movilidad y fuerza del hemicuerpo afectado del paciente se pueden incluir técnicas de natación para trabajar coordinación y fuerza, además de potenciar la autonomía de paciente en este medio
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Fuentes:
– Furnari A et al. Is hydrokinesitherapy effective on gait and balance in patients with stroke? A clinical and baropodometric investigation. Brain Inj, 2014; 28(8): 1109–1114
– Zhu Z et al. Hydrotherapy vs. Conventional land-based exercise for improving walking and balance after stroke: A randomized controlled trial. Clinical Rehabilitation, 2015; 1-7
– Marinho-Buzelli AR, Bonnyman AM, Verrier MC. The effects of aquatic therapy on mobility of individuals with neurological diseases: A systematic review. Clinical Rehabilitation, 2014; 1-11
– Cano R, Collado S. Neurorrehabilitación: Métodos específicos de valoración y tratamiento. Ed. Médica Panamericana. Madrid, 2012
– Stokes M, Stack E. Fisioterapia en la rehabilitación neurológica. Ed. Elsevier. Barcelona, 2011