Como ya comentamos la semana pasada en nuestro anterior post tDCS, hasta la fecha, la estimulación de eléctrica corriente directa y el resto de formas de estimulación eléctrica transcraneal se han empelado con éxito para el tratamiento de algunos de los síntomas más comunes que padecen las personas que han sufrido una daño cerebral tanto en la esfera motora, como cognitiva o emocional.
Por este motivo, en el IRENEA (IRENEA) contamos con una serie de programas asistenciales establecidos para atender a población infantil y adulta.
Pacientes con debilidad braquial derecha
El primero de estos programas va dirigido a pacientes con debilidad braquial derecha e incluye sesiones de estimulación anodal sobre la corteza motora seguidos de un programa intensivo de rehabilitación del miembro superior empleando sistemas robóticos, terapia en espejo o terapia con restricción del movimiento en función de la movilidad residual que presente el paciente.
Pacientes con afasia residual
El segundo de los programas de ECNI va dirigido a pacientes con afasia residual y consiste en varias sesiones de estimulación sobre las zonas hemisféricas izquierdas responsables del lenguaje, acoplados a rehabilitación logopédica.
Pacientes en estados alterados de conciencia
El tercero de los programas va dirigido a pacientes en estados alterados de conciencia y combina sesiones sobre la región frontal izquierda acoplados a un sistema de estimulación multisensorial capaz de detectar tanto actividad muscular espontánea como seguimiento visual ante estímulos virtuales específicos.
Pacientes pediátrico
Dado que muchos trastornos infantiles presentan alteraciones en la maduración o en los mecanismos de plasticidad de los circuitos frontoestriatales y el cerebro en desarrollo presenta mayor capacidad de plasticidad cerebral, la estimulación cerebral no invasiva podría aportar beneficios en esta población.
Por último, queremos resaltar que es importante tener en cuenta que en cualquier de estos casos, la intervención con estimulación eléctrica transcraneal es una herramienta más con la que cuenta el clínico a la hora de diseñar el programa de tratamiento de cada paciente.
De hecho, probablemente y, al igual que ocurre con otras intervenciones terapéuticas, la eficacia de esta modalidad de tratamiento se potencia cuando se emplea en asociación con otras intervenciones dirigidas a un mismo fin. Como por ejemplo: estimulación transcraneal+ sistemas robóticos, estimulación transcraneal + entrenamiento, etc. Asociación de la que os hablaremos en un post posterior.
Contacto: centros de daño cerebral
Twitter: @VITHAS_irenea
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