Las habilidades visuoespaciales son otro de los grandes desconocidos de las funciones cognitivas. Las habilidades visuoespaciales son las responsables de que comprendamos el espacio que nos rodea y seamos capaces de movernos dentro del mismo. Esto implica conocer determinadas características de los objetos que nos rodean como son la forma, el tamaño, la orientación y la localización de dichos objetos en el espacio, respecto a otros objetos y respecto a nosotros mismos, y ser capaces de manipular dichos objetos en el espacio mentalmente.
Otro déficit que suele aparecer asociado al déficit de las habilidades visuoespaciales es la apraxia constructiva, que es la alteración de la capacidad para realizar construcciones en el espacio, es decir, juntar elementos en dos o tres planos en el espacio. Ejemplo de ello son la copia de dibujos, realización de planos arquitectónicos, los encajables, puzzles, torres, o maquetas.
¿Cómo se manifiestan en el día a día?
Cuando nos encontramos con una alteración de las habilidades visuoespaciales nos encontramos con dificultades en actividades cotidianas tales como acercarnos a coger algo de un mueble, localizar algún alimento en las estanterías del supermercado, seguir unas instrucciones para encontrar algo, aparcar el coche, orientarnos en una ciudad (orientación topográfica) o llegar a nuestro destino siguiendo un camino determinado.
Además, como ocurre con el resto de procesos superiores, cuando se ponen en marcha las habilidades visuoespaciales y constructivas se complementan con otras funciones cognitivas. Como por ejemplo con los procesos atencionales, necesarios para mantenernos atentos durante el periodo de tiempo necesario para completar una actividad y para ser capaces de controlar los distractores que aparecen a nuestro alrededor. O la memoria y las funciones ejecutivas que tienen un papel crucial en el caso de tareas de orientación topográfica (situar un comercio, trazar el recorrido para llegar al mismo, ejecutarlo y ser capaces de cambiar el recorrido ante una dificultad inesperada para finalmente llegar a nuestro destino); la memoria para recordar el recorrido, y las funciones ejecutivas para ir planificándolo y realizar los cambios necesarios para llegar a nuestro destino.
¿Por qué aparecen estos déficits?
Generalmente el déficit visuoespacial y constructivo se asocia a lesiones en el hemisferio derecho (aunque también pueden aparecer ocasionalmente en lesiones izquierdas, pero conlleva otras características) y concretamente a lesiones de los lóbulos parietal y occipital. En muchos casos junto a este déficit suele aparecer el síndrome de negligencia unilateral, en el caso de lesiones derechas, hablamos de heminegligencia izquierda.
Contacto: centros de daño cerebral
Twitter: @VITHAS_irenea
Facebook: Vithas.IRENEA
Google Plus: +IRENEA
Bibliografía
- Gil, (2007). Neuropsicología. Barcelona: Elsevier Masson.
- Kolb, & Whishaw, I.Q. (2006). Neuropsicología Humana. Madrid: Editorial Médica Panamericana
Imágenes:
- Lego y supermercado: Pixabay
- Resto de imágenes del Instituto de Rehabilitación Neurológica