Se ha avanzado mucho en la descripicón clínica de los Trastornos del Espectro Autista, aspecto muy importante, ya que, para el diagnóstico de estos trastornos no hay un test objetivo o prueba médica que diga si una persona tiene o no autismo.
DEFINICIÓN, DIAGNÓSTICO Y ALTERACIONES
El diagnóstico se hace observando la conducta del niño/a, historiando su desarrollo y aplicando una batería de pruebas médicas y psicológicas para detectar la presencia de los signos y síntomas que los describen…
De forma muy simplificada, podemos decir que los TEA se manifiestan en los tres primeros años de vida y se caracterizan porque no aparecen, o si lo hacen es de forma diferente, algunos aspectos del desarrollo normal, relacionados con las competencias habituales para relacionarse, comunicarse y jugar o comportarse con los demás.
Estas alteraciones básicas se van a mostrar de forma diferente en el colectivo de personas con TEA, desde los casos más afectados (ques son los que solemos abordar en el Servicio) a aquellos que rozan la normalidad.
Esta gran diversidad exige planes de tratamiento y actuación específicos, individualizados y personalizados que realmente puedan tener consecuencias funcionales en la vida de los afectados y sus familias.
PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN PARA PERSONAS CON TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
El Instituto de Rehabilitación Neurológica de Hospitales Vithas-VITHAS está desarrollando programas de intervención para pacientes con Trastorno del Espectro Autista que, en coordinación con familias y colegios, tratan de disminuir la brecha y las diferencias existentes entre el desarrollo normal y este desarrollo atípico de los TEA.
En concreto, las máximas de estos programas de intervención son:
- Personalización de los planes de tratamiento en función de la diferente afectación de las dimensiones clínicas de los niños/as con TEA
- Trabajo a través de equipos multidisciplinares que permitan un abordaje global de la patología
- Planes de tratamiento con objetivos ajustados a las capacidades y necesidades del afectado, funcionales, generalizables y consensuados con la familia
- Énfasis en mejorar la relación y comunicación del niño/a con el mundo que le rodea
Algunas estrategias de intervención básicas de estos porgramas cuidan, por un lado, factores externos tales como la organización ambiental o la regulación de los terapeutas y prestan especial atención a los mecanimos de regulación interna que favorecen la comunicación e interacción con la persona con TEA tales como la modulación sensorial, emocional o de la cognición social.
Al final, acaba resultando un complejo trabajo donde conjugar y equilibrar las necesidades del niños, de la familia y los recursos disponibles con el objetivo de favorecer una mejor interacción y participación del afectado de TEA en su contexto familiar, educativo, social y comunitario, mejorando así, su calidad de vida.