«Morir, dormir… ¿dormir? Tal vez soñar»
Shakespeare, William. «Hamlet»
Aprovechando el taller que por Navidad emprendemos en varios de nuestros Servicios de Neurorehabilitación, queremos hablaros sobre los beneficios que el teatro aporta a los pacientes que sufren daño cerebral.
Para comprender la importancia de este taller vamos a empezar este post nombrando brevemente una cualidad indispensable que nos permite a los humanos relacionarnos entre nosotros. Nos referimos a la capacidad de comunicación. Gracias a ésta podemos expresar por diferentes medios (oral, gestual, escrito, etc.), nuestros pensamientos, sentimientos e ideas en forma de mensajes que sirven a un fin último: convencer al otro, discutir opiniones diferentes, enseñar sobre un tema, agradecer algo, etc.
La comunicación humana consta de varios elementos básicos que todos conocemos de forma implícita y que sirven de pilares para cualquier situación comunicativa, tanto real como ficticia.
Os los nombramos a continuación:
- Emisor: persona que transmite el mensaje
- Receptor: persona o personas a quien/quienes va dirigido el mensaje
- Mensaje: aquello que el emisor desea transmitir
- Canal: medio por el que se transmite el mensaje (papel, voz, gestos…)
- Código: sistema mediante el cual se transmite el mensaje (por ej: una lengua)
- Contexto: situación en la que se transmite el mensaje
Trastornos de la comunicación
En nuestros centros, la mayoría de nuestros pacientes presentan, entre otras alteraciones, trastornos en la comunicación. Nos encontramos con alteraciones muy variadas y con diferentes grados de afectación: desde trastornos en el habla o articulación (anartrias, post «Disartrias»), pasando por dificultades en el uso de las reglas pragmáticas (toma de turnos, respeto por el interlocutor, empatía, acompañámiento del lenguaje no verbal etc), alteraciones en aspectos como el uso de un tono de voz adecuado (la entonación según la emoción a transmitir, la proyección vocal adecuada según el ambiente, etc) hasta trastornos más específicos a nivel lingüístico (post «La afasia»).
El teatro es una forma compleja de expresión
Tomás Motos, del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia, sostiene que: «la práctica de la expresión se distribuye en tres grandes campos: el arte, la psicoterapia y la enseñanza-aprendizaje. Estos vienen delimitados por la finalidad perseguida y por la formación de quienes la ponen en práctica y no tanto por los métodos y las actividades utilizadas, que en esencia son las mismos».
Durante la práctica clínica observamos que mediante la teatralización, aunque sea a un nivel muy básico, podemos trabajar ámbitos del lenguaje que se encuentran afectados tras un daño cerebral y que mejoran, por ejemplo, tras la puesta en práctica de los conocidos juegos de rol (simulación de una conversación en un restaurante o en un supermercado entre camarero-vendedor y cliente, o como mantener un debate asumiendo un argumento contrario al que realmente sentimos, o representar una entrevista para un programa de radio o una conversación entre el padre de un alumno y su profesor, simular una entrevista laboral, etc).
Las sesiones de teatro orientadas a la representación navideña anual son siempre grupales y de carácter totalmente práctico. Aprovechamos la creación de rutinas y el reparto de papeles para trabajar los siguientes objetivos:
- Mejorar las funciones ejecutivas (Ver post ¿Qué son las funciones ejecutivas?)
- Poner en práctica programas de demora
- Mejorar los procesos atencionales tanto básicos como complejos (Ver post Rehabilitación de la atención)
- Aumentar y utilizar la expresión corporal para comunicar
- Aumentar la integración del miembro afectado durante la expresión corporal
- Mejorar la adecuación de las expresiones faciales
- Conseguir el mantenimiento de una posición erecta (verticalidad)
- Fomentar el control respiratorio, la potencia vocal y el ritmo de habla
- Ser consciente de intentar mantener una adecuada articulación
- Optimizar la direccionalidad del sonido (la voz) y el uso de las cavidades resonadoras
- Mejorar la prosodia
- Aumentar la intención comunicativa
- Crear vínculos afectivo-sociales
- Mejorar el estado de ánimo
- Ejercitar la imaginación y la creatividad
La experiencia tras el uso de este taller en nuestras sesiones, aunque sea de forma puntual, nos permite concluir que se obtienen mejoras terapéuticas notables en diversos ámbitos, sobre todo a nivel psico-lingüístico y social.
Como veis, los objetivos de las diferentes áreas de intervención tienden a superponerse en este taller, donde todos los caminos convergen hacia un destino común:Recuperar la máxima autonomía disfrutando del proceso de rehabilitación.
«El teatro es infinitamente fascinante porque es tan accidental como la vida»
Arthur Miller
BIBLIOGRAFÍA
- Moreno, Jacob Levy (1977). El teatro de la espontaneidad. Buenos Aires, Vancú.
- Bustos Sánchez, Inés. (2003) «La Voz. La técnica y la expresión». Ed: Paidotribo
- Sánchez Sánchez, Galo; Ruano Arriagada, Kiki. (2009). «Expresión corporal y educación». Ed: Wanceulen.
- Instituto Nacional para la Educación de los Adultos. (1995). «Secretos para hacer teatro». (Col. Cántaro). Árbol Editorial. México.
- Tonezzi, J. (2007).«Disturbios de Linguagem E Teatro». Ed: Plexus, Sao Paulo.
- Buschiazzo, Silvia. (2009). «El arte y la construcción de identidad individual y colectiva. Las prácticas estéticas de enfoques holistas en artes del movimiento, como prácticas de producción cognoscitiva y política». XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. VIII Jornadas de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Asociación Latinoamericana de Sociología, Buenos Aires.
- Lorente Sanz, Elena. «Una experiencia terapéutica del uso del teatro en salud mental». Revista electronica de terapia ocupacional. Galicia.
- Motos, Tomás. «Expresión total y educación emocional”: (http://www.iacat.com/1-cientifica/tomas.html)
- http://teatroenlaeducacion.blogspot.com.es
- https://arteescenicas.wordpress.com/2010/02/10/la-comunicacion-en-el-teatro-lo-basico