¿Cómo conseguir afeitarme tras sufrir daño cerebral?

Las actividades que hacemos a lo largo de nuestro día a día y la independencia en ellas tienen gran importancia para las personas y son “fundamentales para vivir en un mundo social”. En anteriores ocasiones te hemos descrito alguna de ellas, como viene a ser el maquillaje. Nuestro post va a ir en esa línea. Pero, en este caso hablamos de un proceso como es el afeitado tras un daño cerebral.

Así pues, como te hemos recordado, tras un Daño Cerebral Adquirido (DCA), a menudo existen secuelas motoras, cognitivas y/o conductuales. Cada una de ellas hacen más difícil la ejecución de las actividades de la vida diaria tal y como se hacían antes. Por ello, desde el área de Terapia Ocupacional de Vithas IRENEA, tenemos siempre presente que el hacer de estas actividades tienen un significado que las convierte en únicas para cada persona.

Ahora bien, este significado depende de diferentes circunstancias y/o características. Estaríamos hablando de las físicas (por ejemplo, donde se realiza), sociales (con quien se realiza), o culturales (por qué se realizan o por qué me gusta realizarlas). Aunque también influyen las creencias de cada individuo, las experiencias previas, las capacidades…

Reentrenando el afeitado tras un Daño Cerebral Adquirido

A continuación os vamos a dar las claves que, desde el área de terapia ocupacional, han elaborado para reentrenar el afeitado tras un daño cerebral. Se trata de tres sencillos pasos que trabajamos en nuestros centros de Vithas IRENEA.

1.A menudo, las secuelas físicas y cognitivas impiden que sea seguro realizar esta actividad con cuchilla de afeitar. Cuando es así, lo primero que hacemos es aconsejar a la persona y a su familia que adquieran una máquina de afeitar eléctrica y entrenamos su uso. Frecuentemente este entrenamiento se hace con la mano no dominante en personas con hemiplejia/hemiparesia.

2. De manera simultánea, trabajamos en el aula el afeitado con la mano no dominante con cuchilla. Para ello, una técnica que empleamos es la del globo. Hinchamos uno hasta que quede muy tirante y lo colocamos sobre un bol. Le pedimos al paciente que eche espuma de afeitar sobre el globo y, a continuación, que lo afeite con cuchilla de afeitar. Las primeras veces, es posible que el globo explote, pero a medida que vamos practicando, la persona adquiere la habilidad necesaria para que el globo no explote (fuerza que tiene que hacer, cómo agarrar la cuchilla, etc.).

3. Por último, cuando al paciente consiga que no explote el globo, es hora de practicarlo sobre la piel. Ahora bien, deberá de tener en cuenta todo lo practicado anteriormente. Al principio, será necesaria supervisión y mínima ayuda, después ayuda verbal, tras esto sólo hará falta supervisión y, por último, la independencia.

Post realizado por el departamento de Terapia Ocupacional de Vithas IRENEA Vigo.

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