Seguimiento cognitivo-conductual en niños prematuros hasta la edad escolar

Importancia de un seguimiento cognitivo-conductual en niños prematuros

Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año nacen más de 15 millones de niños antes de la semana 37 de gestación y con menos de 2500 gramos, es decir, prematuros. Aunque la prematuridad es una importante causa de mortalidad infantil, gracias a los avances en la medicina, en España, sobreviven el 90% de niños que nacen antes de las 29 semanas de gestación.

Ante este gran avance médico, os recordamos que diferentes estudios han constatado que en niños prematuros es mayor el riesgo a presentar dificultades cognitivas, lingüísticas, motoras y de comportamiento. Dificultades que hay que tener en cuenta y saber abordar.

Afectaciones del neurodesarrollo en niños prematuros

Los bebés prematuros tienen más riesgo de padecer problemas en su desarrollo al principio de la vida o más tardíamente, por lo que es fundamental realizar un seguimiento adecuado, no solo desde el nacimiento, sino también a lo largo del desarrollo y la etapa escolar, ya que sabemos que las afectaciones del neurodesarrollo afectan a un 50% o más de los recién nacidos pretérmino con muy bajo peso (menos de 1500 gr), y que hasta en un 80% de los niños que nacen antes de la semana 28 existe daño neurológico.

En el momento del nacimiento, la evidencia científica confirma que en los niños con muy bajo peso, la incidencia de leucomalacia periventricular y de parálisis cerebral aumenta, ya que la alteración de las funciones cognitivas y del neurodesarrollo en general parece estar relacionada con la edad gestacional, de forma que hay más riesgo de alteraciones cuanto más prematuro sea el nacimiento.

Importancia del seguimiento de prematuros hasta la etapa escolar

La valoración periódica de estos niños debe realizarse hasta la etapa escolar, ya que estudios recientes que han comparado niños de entre 4 y 17 años, que habían nacido antes de la semana 32 con niños nacidos a término, como el meta-análisis que se realizó en 2018, demostraban que los prematuros presentaban con mayor frecuencia un menor nivel de inteligencia global, más problemas en funciones ejecutivas y menor velocidad de procesamiento.

De hecho, la intervención precoz y específica para tratar muchos de los problemas cognitivos que pueden aparecer, es eficaz para mejorar y disminuir el impacto posterior en el aprendizaje. De hecho, se ha relacionado la velocidad de procesamiento con las funciones ejecutivas que influyen sobre la capacidad de resolver problemas matemáticos o la capacidad lectora.

Una intervención cognitiva para mejorar la velocidad de procesamiento en niños prematuros, que la tienen alterada, puede resultar beneficioso. Por ello, es recomendable el seguimiento estrecho de estos niños desde el punto de vista neurospicológico y del neurodesarrollo en general.

Post redactado por la Dra. Carolina Colomer, directora clínica de Vithas IRENEA.

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